Entrevista

¿Es el momento de que el cooperativismo pase a la ofensiva?

Los recién elegidos presidente y vicepresidenta de la Federació de Cooperativas de Treball de Catalunya consideran que el modelo cooperativo debe expandirse para afrontar las exigencias de la economía del siglo XXI

Gabriel Ubieto

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La economía social es un sector en expansión, tanto a nivel europeo, como español y catalán. Tras sortear la recesión derivada de la crisis financiera del 2007, en el 2017 la economía social representó el 8% del PIB europeo, generado a través de 2,8 millones de empresas, que empleaban a 13,6 millones de personas, según datos del Comité Europeo de Economía Social. Desde el 2003 este sector ha crecido en empleos el 22,5%.  

En España, ente empleos directos e indirectos, un total de 2,3 millones de personas trabajaban en alguna empresa de la economía social, lo que representó en el 2017 el 12,5% de los empleos, generadores del 10% del PIB, según datos de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES). 

Las cooperativas son una de las formas de organización que toma la economía social y, según el recién elegido presidente de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya, Guillem Llorens, "es el momento oportuno para que pasemos a la ofensiva".

El nuevo tándem que forman junto a la vicepresidenta Gemma García se ve avalado por los datos a nivel catalán. En el primer trimestre del 2018 un total de 47.397 personas estaban ocupadas en una cooperativa catalana, el 4,4% más que el año anterior y el 20% más que al estallar la crisis. El número de cooperativas ha crecido a ritmos porcentualmente más elevados. Concretamente durante los cinco primeros meses del 2018 se han creado el 68% más cooperativas, un total de 180, que durante el mismo periodo del año anterior.

Guillem Llorens llega a la presidencia de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya formando tándem paritario con la vicepresidenta Gemma García, compartiendo la voluntad de visibilizar a través de esta presidencia dual la necesidad y el objetivo de ampliar la representatividad de les estructures de gobierno de la federación.

"Las cooperativas catalanas, en general, han resistido muy bien durante la crisis, debido a su capacidad de autorregularse gracias a los muy altos niveles de implicación de sus trabajadores", afirma la vicepresidenta García.

Los presidentes narran las experiencias de diversas cooperativas, como la de los cuatro socios trabajadores de Nou Indret, que aprovecharon hace siete años el paro tras cerrar la empresa donde trabajaban como capital inicial para fundar su propia cooperativa y seguir fabricando muebles hechos a medida. O la de Suara, una cooperativa del sector de atención a las personas fundada en el 2008 y que actualmente emplea a 3.977 personas.

No obstante, los nuevos dirigentes de la federación consideran que la labor de esta debe avanzar más allá de las labores de asesoramiento a los miembros y entrar a hacer pedagogía en las universidades, centros de negocio o escuelas de formación profesional para que los nuevos proyectos se planteen el modelo cooperativo como forma organizativa.

"Es obligación de la federación hacer llegar a la sociedad que independientemente del sector de actividad o de la formación, el modelo cooperativo es válido para afrontar las exigencias de la economía del siglo XXI", añade García.